30 mayo 2005

El 'otro mercado' de los CD vírgenes

EL MUNDO.- Fuentes directamente relacionadas con la comercialización de estos soportes aseguran que en España existe un 'mercado negro' de compra-venta de CD y DVD sin canon, y es un hecho tan extendido que hasta la propia SGAE reconoce la existencia de estas prácticas. Normalmente este negocio comienza en un importador que vende soportes digitales sin el gravamen. A partir de ahí, esos CD y DVD comprados al por mayor no se venden con canon. La regla: si se compra sin canon, se vende sin canon. Ése es el objetivo, y lo que demandan algunos clientes. No sólo particulares, también algunas empresas compran sus CD y DVD vírgenes a través de este sistema. Según fuentes dedicadas a la importación de soportes sin canon, el ahorro económico es considerable. "Te ahorras más de la mitad. Algunas empresas españolas me piden CD y DVD sin canon, que yo les facturo limpios de todo gravamen", asegura la fuente. Por tanto, no sólo no pagan la remuneración compensatoria por copia privada, o canon, sino que tampoco pagan IVA. Prácticas arriesgadas Para la SGAE, la venta fraudulenta de CD y DVD en algunas tiendas de España es un problema clave. "Es cierto que hay tiendas que venden discos introducidos de forma ilegal y debemos actuar en consecuencia", aseguran desde la entidad gestora. "La SGAE ha denunciado varios sitios ilegales de venta de CD sin canon en grandes ciudades como Barcelona y Madrid", asegura. Las filtraciones proceden de diferentes sitios: clientes que ven cómo otros usuarios se aprovechan de la ilegalidad para ahorrarse dinero, socios (autores) de la entidad gestora que colaboran con sus propios intereses o la propia SGAE u otras asociaciones. No es difícil identificar el fraude: el precio de un CD virgen con canon es de 0,50 euros aproximadamente (0,16 euros por hora de grabación en concepto de canon); y un DVD virgen cuesta en torno a 1,80 euros (0,70 euros por hora de grabación como gravamen). Todo lo que cueste más barato es, cuando menos, 'sospechoso'. En cuanto a la venta de soportes más allá de los Pirineos, la SGAE asegura que en Francia y Alemania, como en el resto de países europeos —excepto Reino Unido— existe el canon como una práctica legal extendida. "No podemos confundir las ventajas de la Red con el 'todo vale'", concluye un representante de la entidad gestora. Ahorros a través de la Red No obstante, siempre queda la Red. Y es que a través de Internet ha surgido un lucrativo negocio de compraventa de CD y DVD vírgenes por la demanda de aquellos que se niegan a abonar la remuneración compensatoria española. Francia y Alemania son los países preferidos para confeccionar el 'carrito de la compra digital'. Para muestra, dos ejemplos. El primero de ellos, CDRohlinge24, una página 'web' alemana, en cuatro idiomas —alemán, inglés, francés e italiano—, vende CD y DVD a precios de saldo en comparación con los precios nacionales: 100 unidades de CD-R de 700 MB de la marca Platinum por un precio de 18.50 euros. (El CD sale a 18 céntimos, frente a los 50 céntimos que, según la SGAE, cuesta en España) Y en la vecina Francia, Nierle Media Group vende 50 unidades de CD-R Verbatim de 700 MB a un precio de 14,99 euros (En España, una tarrina de 25 CD de la misma marca cuesta 11'95 euros en la FNAC).

28 mayo 2005

El 'de profundis' de Ignacio Echevarría

22 de mayo de 2005. Este crítico un tanto vocacionalmente inclinado a la polémica, lo que al menos indica que ha tratado de dar un sentido a su oficio, y que intentó conmover con su salida del diario El País la tradicional, obcecada y mal pagada mansedumbre de la información literaria, ha publicado 'Trayecto. Un recorrido crítico por la reciente narrativa española' (Debate). El libro consta de una declaración y de una compilación.
En la declaración, Echevarría trata de explicar cómo ha entendido su labor y lo que ha dado de sí. Distingue entre el reseñista y el crítico. Un reseñista es alguien sujeto a la 'precariedad' (intelectual y material) de un medio de información, si bien esa precariedad no justifica la del reseñista.
El reseñista, en el fondo, es un crítico que se adapta y modela las circunstancias que demarcan objetivamente (a través de los que pagan) su tarea. Personalmente, y por poner un ejemplo cercano, no puedo estar más de acuerdo.
Lo que no explica Echevarría es en qué consiste un crítico, del que el reseñista deviene. Si se diera el caso de que el reseñista no deviniese del crítico, queda claro que lo que haga un reseñista con un libro, así como lo que haga un chamarilero con un libro, no merecería disertación ni justificación alguna.
Por ejemplo: ¿para ser crítico habría que escribir libros de crítica, aparte de numerosas reseñas, y exponer las ideas y criterios que le llevan a diferenciar unas obras de otras, de modo que estas ideas y criterios sean a su vez dignos de discusión, o sea, criticables?
Tal como cuando fugazmente dice: "...la narrativa española, en cuanto institución, ha renunciado a su dimensión social. Con lo cual no me refiero a que incida más o menos en lo que se entiende por temáticas sociales, sino a su capacidad para incidir en la vida pública, de interpelar a la colectividad en cuanto tal" (pág. 33).
Yo, por seguir con el ejemplo cercano, me preguntaría cómo es que la narrativa española puede ser considerada una institución, o de dónde se obtiene la idea (exceptuando que previamente se la haya considerado institución) de que la narrativa haya de 'incidir' en la vida pública, o de cómo se interpela a la 'colectividad en cuanto tal', más allá de que uno tenga a la colectividad agarrada por mal sitio. Aunque tampoco dejaría de interrogar acerca de qué tipo de concepto responde a la expresión 'colectividad en cuanto tal'.
Lo que quiero decir es que generalmente un libro es una buena ocasión para hablar de estos detalles. En cuanto a la compilación de reseñas escritas por Echevarría a partir de 1990, hay que decir que Echevarría es un excelente reseñista. Se equivoque o no, con justicia o sin ella, responde a un género obligado a provocar y estimular, a tratar la literatura como cultura compartida y a exigir al autor un estilo literario y una voz dotada de sentido. Todo eso lo tiene y todo eso es lo que precisamente no menudea en nuestras revistas ni en nuestros suplementos literarios.

25 mayo 2005

El hombre los tiene por obligación, la mujer por diversión

La última teoría de los científicos para explicar la evolución de los dos sexos concluye que si el hombre tiene orgasmos por obligación, el goce de la mujer es sólo por diversión.Los científicos están de acuerdo en que el orgasmo masculino tiene una clara razón de ser desde el punto de vista de la propagación de las especies: garantiza la emisión de esperma y, con ella, posibilita la fecundación del óvulo femenino.Dicho de otra manera, si quiere perpetuar sus genes al hombre no le queda más remedio que experimentar un orgasmo.Los expertos, no obstante, no habían logrado ponerse de acuerdo, en cuatro décadas de investigación, en cuál es la finalidad del orgasmo femenino.Algunos científicos opinaban que, al proporcionar goce, el orgasmo alentaba el acto sexual y, por tanto, las posibilidades de reproducción. Otros afirmaban que las contracciones uterinas aumentaban la retención de esperma.Ahora la doctora Elisabeth Lloyd, catedrática de Biología y especialista en Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Indiana, pasa revista a una veintena de teorías y propone otra alternativa.Según afirma Lloyd en su libro 'The Case of the Female Orgasm: Bias in the Science of Evolution' ('El Caso del Orgasmo Femenino: Prejuicios en la Ciencia de la Evolución'), el goce de la mujer no tiene ninguna función evolutiva. Su único fin, por tanto, es 'proporcionarle disfrute'.Esa teoría, que ya fue propuesta en 1979 por el antropólogo Donald Syms, sostiene que el orgasmo femenino es simplemente un vestigio del desarrollo embrionario -idéntico en las primeras semanas de desarrollo de un feto-, similar a la presencia de pezones en un hombre.La catedrática alega, entre otras razones para demostrar su hipótesis, que las mujeres no siempre disfrutan de un orgasmo durante el acto sexual y, sin embargo, pueden quedar embarazadas.Lloyd analizó 32 estudios diferentes, elaborados a lo largo de 74 años, acerca de la frecuencia del orgasmo femenino en el coito.Los estudios dejan claro que la aparición del orgasmo disminuye drásticamente cuando no existe estimulación del clítoris. Y de un 5 a 10 por ciento de las mujeres no disfrutan de un orgasmo, sin embargo muchas de ellas quedan embarazadas.El clítoris, alega la experta, sí es una adaptación evolutiva, seleccionada para crear excitación y fomentar el acto sexual, pero el orgasmo, 'que carece de un vínculo con la fertilidad o la reproducción, no puede ser una adaptación'.La teoría de Lloyd ha sido acogida con división de opiniones en el mundo académico estadounidense.Así, el doctor John Alcock, de la Universidad Estatal de Arizona, rebate que el hecho de que el orgasmo no ocurra en cada coito no se deba a una adaptación de la especie, y apunta que el goce puede ser una manera de evaluar la calidad del varón, por eso 'no cabe esperar que la mujer disfrute cada vez'.Y la catedrática de Antropología en la Universidad de California Sarah Blaffer Hrdy, que propone que en los simios el orgasmo femenino protege la descendencia -el padre no está seguro de si las crías son suyas, y por tanto no las ataca-, expone otra alternativa, más preocupante para las mujeres.Una posibilidad, según declaró Hrdy al periódico 'The New York Times', es que el orgasmo femenino haya sido una adaptación evolutiva en los antropoides.Pero, recuerda Hrdy, el ser humano se convirtió en una especie diferente hace cerca de siete millones de años.Ello quiere decir que, quizá, el orgasmo femenino ha perdido su función y se ha convertido en una característica en vías de desaparición. De ahí que sea tan poco predecible.'Quizá la razón por la que el orgasmo es tan irregular es que está desapareciendo. Es posible que nuestras descendientes en naves espaciales se pregunten porqué se montaba tanto alboroto', explicó Hrdy.

18 mayo 2005

Identifican, 45 años después, a un hombre que se fue 'a comprar tabaco' y desapareció

Se le perdió a pista en Barcelona en 1959, pero diez años después inició una nueva vida en Madrid con identidad de otra persona
MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Grupo de Desaparecidos del Cuerpo Nacional de Policía han logrado identificar en Madrid a un hombre que, hace 45 años, dijo a su familia en Barcelona que se iba a 'comprar tabaco' y nunca más se supo de él. Eso sí, la identificación sólo ha sido posible nueve meses después de que este hombre, ya con 80 años, hubiera fallecido en la capital, donde había iniciado una nueva vida con la identidad de un emigrante canario que murió en Argentina.
Esta curiosa historia arranca el día 15 de julio de 2004, cuando un hombre de 80 años ingresa en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. No se conocía su identidad, pues había sido encontrado tirado en el suelo y en coma profundo en plena calle Alcalde Sainz de Baranda, cerca del Retiro. El anciano falleció en el hospital dos días después de su ingreso, como consecuencia de una "hemorragia cerebelosa".
Tras serle tomada la necroreseña por agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica, se comprobó que el difunto no se encontraba registrado en los archivos informáticos de la Dirección General de la Policía.
SU FAMILIA DE MADRID DENUNCIO LA DESAPARICIÓN
Consultado el Banco de Datos de Personas Desaparecidas, fue relacionado de inmediato con una denuncia por desaparición formulada en la Comisaría del Distrito de Salamanca, en Madrid, el 16 de julio de 2004, mientras agonizaba en el hospital. La denuncia había sido presentada su hijastra, que aportó como identificación el nombre de Luis F. R., natural de Murtas (Granada), y un número de DNI.
El fallecido fue reconocido, sin ningún género de dudas, por la mujer con la que convivía y por la hija de esta última, que hicieron entrega de una fotocopia del D.N.I., Certificado de Acta de Nacimiento, Bautismo y Penales, Cartilla de afiliación a la Seguridad Social, Cartillas y certificados del Ejército Español, Tercio de la Legión y otros documentos, todos los cuales figuraban a su nombre y con su fotografía.
Sin embargo, la Unidad de Documentación de Españoles de la Comisaría General de Extranjería y Documentación verificó que ninguno de los datos expuestos en la fotocopia del DNI se correspondían con los auténticos de la ficha auxiliar del documento, cuyo número pertenecía a un varón nacido en Canarias en 1935. Es más, la impresión dactilar (huella del dedo índice), tanto de la fotocopia del Documento de identidad como la de la ficha auxiliar del D.N.I. no se correspondían entre si, ni tampoco con la necroreseña del cadáver sin identificar fallecido en el hospital.
Todas estas particularidades hicieron sospechar a los investigadores que el desaparecido y fallecido utilizaba una filiación falsa, por lo que se iniciaron de inmediato numerosas gestiones para su plena identificación.
La persona que formuló denuncia por la desaparición de Luis F. R., su hijastra, aseguró que el anciano era el compañero sentimental de su madre desde 1969 y que desde el primer momento había utilizado ese nombre, por el que le conocían, y nunca supieron de familiares o amigos de su vida anterior.
Revisando los papeles del fallecido, se encontró un extracto del acta de nacimiento y un certificado de antecedentes penales, que presentaban manipulaciones que modificaban el contenido de ambas certificaciones. Asimismo, en la reproducción del D.N.I. existía una fotocopia subyacente la cual contenía datos de filiación distintos, no detectándose signos de alteración en los restantes documentos.
Con los datos que se pudieron obtener de las fotocopias falsificadas del D.N.I., se realizó una consulta al Centro de Proceso de Datos de El Escorial, en Madrid, dando como resultado 136 posibles candidatos que fueron estudiados uno por uno con resultado negativo.
LA IDENTIDAD DE UN EMIGRANTE CANARIO
Las gestiones realizadas en todo el país dieron como resultado la localización de los familiares del verdadero Luis F.R., un hombre que había emigrado a Argentina en 1961, donde falleció en 1.979, y que, al parecer, según declaraciones de sus familiares, había sido estafado días antes de embarcarse por el individuo que suplantaba su personalidad.
Todas estas pesquisas concluyeron con la plena identificación del anciano fallecido en Madrid, que resultó ser Manuel Rozas Latorre, nacido en Magallón (Zaragoza) el 6 de octubre de 1923 y que había residido en Barcelona, donde se casó y tuvo tres hijos. Su verdadera esposa y dos de sus vástagos ya han fallecido, pero por declaraciones de varios familiares se pudo determinar que el desaparecido dijo en 1.959 que se iba a comprar tabaco y ya no le volvieron a ver.
Durante 45 años, Manuel Rozas Latorre había vivido usurpando la identidad de otra persona, el emigrante canario que se a Canarias, y en estos años inició una nueva vida en Madrid, con una mujer y su hija, sin que su verdadera familia de Barcelona supiera nada de él.

02 mayo 2005

La barra de pan ha duplicado su precio desde la entrada del euro en

SERVIMEDIA MADRID.- Una barra de pan cuesta hoy el doble que en 2002, año de
incorporación plena de España a la moneda única, según un análisis de
los precios al consumo entre 2002 y 2004 realizado por la
Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).

A finales de 2001, una barra de pan tenía un precio medio de 36
céntimos de euro y hoy esa misma barra cuesta 70 céntimos de media.
España es el país de la Unión Europea donde más han subido los precios
en los tres últimos años, un 10,2% frente al 6,3% de la media europea,
según el mismo informe.

Los principales culpables de la inflación española son los precios de
la hostelería y alojamientos. En 2001, un café costaba 60 céntimos y
hoy es difícil que baje de un euro. Las subidas en hoteles y
cafeterías han alcanzado el 14,6% en el mencionado periodo.

La enseñanza se ha encarecido un 13,8% entre 2002 y 2004; las bebidas
alcohólicas y el tabaco, un 13,4%; los arrendamientos de vivienda, un
13,2%, y el transporte, un 12,5%. Hace cuatro años, el billete
sencillo de Metro costaba 65 céntimos y hoy, un euro.

Los precios de alimentación y bebidas han aumentado un 12,2%, según
CECU; la vivienda nueva, un 10,2%; el vestido y calzado, un 10,1%; el
menaje y las comunicaciones, un 6%, y los gastos sanitarios, un 4,9%.