15 marzo 2008

Libro recomedado: Un matemático invierte en la bolsa

En ocasiones, los rumores tienen que ver con estafas que se producen en el mercado bursátil y se aprovechan de las reacciones psicológicas normales de la gente. Muchas de esas reacciones aparecen catalogadas en el libro clásico de Edwin Lefevre de 1923 titulado Reminiscences of a Stock Operator, pero la técnica estandar de "hinchar y deshinchar"" (pump and dump) es una práctica ilegal que ha florecido con Internet. Pequeños grupos de inversores compran un título y lo ofrecen de alguna manera engañosa (es decir, lo "hinchan"). Cuando ha aumentado el precio gracias a la campaña de promoción, lo venden y rocogen el beneficio (lo "deshinchan"). Esta práctica funciona bien en mercados alcistas, cuando se manifiesta la codicia de los inversores. También resulta muy eficaz cuando se trata de títulos con poco movimiento y bastan unos pocos compradores para que el efecto sea pronunciado.
En el mercado bajista, la técnica equivalente a la de "hinchar y deshinchar" es la de "vender al descubierto y distorsionar" (short and distort). En lugar de comprar, hacer una campaña de promoción y vender, confianzo en la subida de la cotización, esta técnica consiste en vender, atacar y comprar, confiando en la caída de la cotización.
Primero se venden las acciones al descubierto. Como ya se ha dicho, esta operación consiste en vender títulos de los que no se dispone con la esperanza de que su cotización habrá disminuido cuando llegue el momento de pagar al agente de Bolsa que ha prestado las acciones. (La venta al descubierto es perfectamente legal y uno de sus objetivos más útiles consiste en mantener los mercados y limitar los riesgos). Luego se ponen en circulación falsos rumores sobre deudas sin avales, problemas tecnológicos, problemas tecnológicos, problemas de personal, pleitos, etc. Cuando, como respuesta a esa campaña disminuye la cotización de ese título, se compran las acciones a un precio inferior y se recogen los beneficios.
Como en el caso del mercado alcista, "vender al descubierto y distorsionar" funciona bien cuando se trata de acciones con poco movimiento. Resulta muy eficaz en el mercado bajista, cuando los inversores están expuestos a la ansiedad y al miedo.
(pag. 51)

Libro recomedado: Un matemático invierte en la bolsa

La aversión a las pérdidas también desempeña un papel importante fuera del mundo de los negocios. Es ya un tópico que el intento de disimular un escándalo a menudo se transforma en un escándalo de mayores proporciones. Aunque casi todos lo sabemos, los intentos de disimular ese tipo de cosas sigue siendo frecuente, posiblemente porque, también en este caso, la gente está más dispuesta a tomar riesgos para evitar pérdidas que para obtener beneficios.
Otro talón de Aquiles de nuestro aparato cognitivo es la que Richard Thaler llama las "cuentas mentales". "La leyenda del hombre del albornoz verde" ejemplifica de forma muy convincente esa noción. Es un chiste largo y pesado, pero lo esencial es que un recién casado, de viaje de bodas a Las Vegas, se despierta a media noche y observa que sobre el tocador hay una ficha de cinco dolares. Incapaz de dormir, va al casino (con su albornoz verde, por supuesto), apuesta a la ruleta y gana. Como las apuestas se pagan 35 a 1, gana 175 dolares, cantidad que vuelve a apostar inmediatamente. Vuelve a ganar y ya dispone de 6000 dolares. Apuesta varias veces consecutivas al mismo número, hasta que sus ganancias se cuentan por millones y el casino se niega a aceptar una apuesta tan elevada. El hombre se marcha a otro casino que acepta apuestas mayores, vuelve a ganar y se encuentra con centenares de millones de dolares. Tiene dudas, pero finalmente decide apostarlo todo de nuevo. Esta vez pierde. Aturdido, consigue llegar a su habitación donde su esposa se acaba de despertar y le pregunta cómo le ha ido. "No ha ido del todo mal. He perdido cinco dolares".
(pag. 40)