18 mayo 2005

Identifican, 45 años después, a un hombre que se fue 'a comprar tabaco' y desapareció

Se le perdió a pista en Barcelona en 1959, pero diez años después inició una nueva vida en Madrid con identidad de otra persona
MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes del Grupo de Desaparecidos del Cuerpo Nacional de Policía han logrado identificar en Madrid a un hombre que, hace 45 años, dijo a su familia en Barcelona que se iba a 'comprar tabaco' y nunca más se supo de él. Eso sí, la identificación sólo ha sido posible nueve meses después de que este hombre, ya con 80 años, hubiera fallecido en la capital, donde había iniciado una nueva vida con la identidad de un emigrante canario que murió en Argentina.
Esta curiosa historia arranca el día 15 de julio de 2004, cuando un hombre de 80 años ingresa en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. No se conocía su identidad, pues había sido encontrado tirado en el suelo y en coma profundo en plena calle Alcalde Sainz de Baranda, cerca del Retiro. El anciano falleció en el hospital dos días después de su ingreso, como consecuencia de una "hemorragia cerebelosa".
Tras serle tomada la necroreseña por agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica, se comprobó que el difunto no se encontraba registrado en los archivos informáticos de la Dirección General de la Policía.
SU FAMILIA DE MADRID DENUNCIO LA DESAPARICIÓN
Consultado el Banco de Datos de Personas Desaparecidas, fue relacionado de inmediato con una denuncia por desaparición formulada en la Comisaría del Distrito de Salamanca, en Madrid, el 16 de julio de 2004, mientras agonizaba en el hospital. La denuncia había sido presentada su hijastra, que aportó como identificación el nombre de Luis F. R., natural de Murtas (Granada), y un número de DNI.
El fallecido fue reconocido, sin ningún género de dudas, por la mujer con la que convivía y por la hija de esta última, que hicieron entrega de una fotocopia del D.N.I., Certificado de Acta de Nacimiento, Bautismo y Penales, Cartilla de afiliación a la Seguridad Social, Cartillas y certificados del Ejército Español, Tercio de la Legión y otros documentos, todos los cuales figuraban a su nombre y con su fotografía.
Sin embargo, la Unidad de Documentación de Españoles de la Comisaría General de Extranjería y Documentación verificó que ninguno de los datos expuestos en la fotocopia del DNI se correspondían con los auténticos de la ficha auxiliar del documento, cuyo número pertenecía a un varón nacido en Canarias en 1935. Es más, la impresión dactilar (huella del dedo índice), tanto de la fotocopia del Documento de identidad como la de la ficha auxiliar del D.N.I. no se correspondían entre si, ni tampoco con la necroreseña del cadáver sin identificar fallecido en el hospital.
Todas estas particularidades hicieron sospechar a los investigadores que el desaparecido y fallecido utilizaba una filiación falsa, por lo que se iniciaron de inmediato numerosas gestiones para su plena identificación.
La persona que formuló denuncia por la desaparición de Luis F. R., su hijastra, aseguró que el anciano era el compañero sentimental de su madre desde 1969 y que desde el primer momento había utilizado ese nombre, por el que le conocían, y nunca supieron de familiares o amigos de su vida anterior.
Revisando los papeles del fallecido, se encontró un extracto del acta de nacimiento y un certificado de antecedentes penales, que presentaban manipulaciones que modificaban el contenido de ambas certificaciones. Asimismo, en la reproducción del D.N.I. existía una fotocopia subyacente la cual contenía datos de filiación distintos, no detectándose signos de alteración en los restantes documentos.
Con los datos que se pudieron obtener de las fotocopias falsificadas del D.N.I., se realizó una consulta al Centro de Proceso de Datos de El Escorial, en Madrid, dando como resultado 136 posibles candidatos que fueron estudiados uno por uno con resultado negativo.
LA IDENTIDAD DE UN EMIGRANTE CANARIO
Las gestiones realizadas en todo el país dieron como resultado la localización de los familiares del verdadero Luis F.R., un hombre que había emigrado a Argentina en 1961, donde falleció en 1.979, y que, al parecer, según declaraciones de sus familiares, había sido estafado días antes de embarcarse por el individuo que suplantaba su personalidad.
Todas estas pesquisas concluyeron con la plena identificación del anciano fallecido en Madrid, que resultó ser Manuel Rozas Latorre, nacido en Magallón (Zaragoza) el 6 de octubre de 1923 y que había residido en Barcelona, donde se casó y tuvo tres hijos. Su verdadera esposa y dos de sus vástagos ya han fallecido, pero por declaraciones de varios familiares se pudo determinar que el desaparecido dijo en 1.959 que se iba a comprar tabaco y ya no le volvieron a ver.
Durante 45 años, Manuel Rozas Latorre había vivido usurpando la identidad de otra persona, el emigrante canario que se a Canarias, y en estos años inició una nueva vida en Madrid, con una mujer y su hija, sin que su verdadera familia de Barcelona supiera nada de él.

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