18 - Julio - 2005
Senderos de gloria (Paths of Glory, Stanley Kubrick, 1957): Cuarta película de Kubrick y segunda obra maestra consecutiva, tras la sensacional Atraco perfecto (The Killing, 1956). A partir de aquí vendrían 9 películas fallidas, con momentos extraordinarios pero ninguna de ellas tan redonda como estas dos (ambas escritas en colaboración con el novelista Jim Thompson), hasta su muerte en 1999. Senderos de gloria es un alegato pacifista, similar a aquella Rey y patria (King and Country, Joseph Losey, 1964): crítica brutal hacia la jerarquía del ejército y hacia la guerra en general, Kubrick propone como acontecimiento inductivo el amañado juicio militar contra varios soldados acusados de desertar en medio de una batalla, cuando en realidad las órdenes del general para atacar eran irrealizables. Algunos buscan la ambición personal sin importarles lo que les ocurra al resto, y otros sólo quieren sobrevivir en el caos de las trincheras durante la Primera Guerra Mundial (los travellings frontales en esos agujeros han sido utilizados no pocas veces por otros cineastas posteriores).
Dramática interpretación de Kirk Douglas (álter ego del realizador) y de los tres soldados condenados a ser fusilados, Senderos de gloria está más viva que nunca 50 años después (memorable la secuencia de la agresión al sacerdote o la última, con la actriz que se convertiría en esposa del realizador, Suzanne Christianne, cantando en alemán para los soldados supervivientes).
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