Corría la temporada 1978-79 cuando acaeció un hecho muy curioso en la NBA, y por qué no decirlo, en toda la historia del deporte mundial. Los Sixers de Filadelfia recibían el 8 de noviembre a los Nets de Nueva Jersey en el antiguo Spectrum. Aparte de la enconada rivalidad a causa del affaire Erving (arrebatado a los Nets en 1976), el partido transcurrió con cierta normalidad hasta que quedaban 5'50" para el término del tercer cuarto. Entonces se desató la tempestad. Bernard King (jugador de los Nets y futura gran estrella de los Knicks) protestó airadamente una decisión a uno de los arbitros y fue sancionado con una técnica. Como ya tenía una anterior, se le expulsó del partido. Su entrenador, Kevin Loughery, fue también expulsado por una doble técnia en cinco segundos por obra y gracia del principal Richie Powers. El espectáculo empezaba a ser dantesco: cabreo monumental de King, con patada a una silla incluida, y tercera técnica. Lo mismo le pasó a Loughery, un tipo con fama de polémico y protestón. Pero Powers no se dio cuenta de una circunstancia: el reglamento no refleja la existencia de una tercera técnica ni a jugadores ni a entrenadores. El partido siguió y los Sixers ganaron tras dos prórrogas, pero los Nets impugnaron y la Comisión de Competición falló a su favor obligando a repetir los últimos 17 minutos y 50 segundos del partido como si no hubieran transcurrido. Se disputarían después del último enfrentamiento de la temporada entre los dos equipos, el 23 de marzo de 1979, en una velada donde se jugaría un partido y medio. Bien, no hay problema, pero hete aquí que ambos equipos realizaron un trapaso múltiple en febrero: Harvey Catchings y Ralph Simpson viajaron a Nueva Jersey y los bases Eric Money y Al Skinner realizaron el trayecto inverso. Llegado el momento, ¿con qué equipo jugarían el casi medio partido que restaba? Se decidió que permanecerían en las escuadras definitivas tras el traspaso.
Llegó el 23 de marzo y el partido lo ganaron los Sixers 110-98. Después se jugaron los 17 minutos y 50 segundos del otro partido: sin King ni Loughery en los Nets, también acabaron ganando los Sixers 123-117, en una sesión de más de cuatro horas. La tabla de anotadores reflejaba una situación kafkiana como resultado de combinar las estadísticas de los 30´10" del 8 de noviembre y los 17´50" restantes del 23 de marzo: tres jugadores (Catchings, Money y Simpson) anotaron y contribuyeron para los dos equipos (Skinner no jugó nada) y los "seis" arbitros pitaron once técnicas conjuntamente. Jamás en la NBA se había dado una situación como ésa y nunca se volvió a producir. El partido, que en realidad fueron dos, permanece como un hecho inverosímil y alejado de la lógica, pero divertido de recordar muchos años después.
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