No busqueis en ningún sitio este libro porque todavía no se ha editado. He tenido el placer de leerlo y comentarlo con su autor antes de su publicación (si es que se publica algún día). El padre de la criatura es un profesor jubilado que acude de tanto en tanto a la tienda a recargar cartuchos. La obra es concebida desde un punto de vista totalizador, podriamos decir. Se intenta hacer una novela que haga recordar el nombre del autor en los cinco continentes, jeje. Entre las paginas de la novela he encontrado esta "contraportada" de autor desconocido, quizás alguien que lo haya leido antes que yo.
"Novela en la que se amalgaman la vasta cultura y la sensibilidad de quien ha llegado a la madurez y deja aflorar como un torrente su saber, en los umbrales de la sabiduría.
Un guión muy bien concebido, muy bien trabajado y muy bien desarrollado en el que se entrecruzan, alejándose y acercándose sin cesar, dos mundos aparentemente muy distantes en el espacio y sobre todo en el tiempo: cuanto más se adentra uno en la lectura, más se adentra en la percepción de que tal distancia es sólo aparente.
Una reflexión honda sobre el sentido/sinsentido de la existencia.
Una incontenible toma de partido por las victimas, interesadamente convertidas en seres o grupos a los que se margina para así poder acusarlos de marginales.
Un alegato humano y terrible, tan terrible como el dolor que describe, contra las consecuencias del ejercicio incontrolado, o tal vez incontrolable, del poder.
Una atmósfera de poesía y ternura en medio de la tragedia sin salida.
La ubérrima riqueza de vocabulario va hilvanando culturas diversas, de Oriente y de Occidente, mitologías, formas del Derecho, técnicas, mundos a la vez antiguos y contemporáneos nuestros y entre sí.
El sentido circular de la Historia, del Tiempo, del Pensamiento, va emergiendo engarzado en un guión y un discurso circular hasta llegar a la gran explosión de lucidez final, que es el principio.
Una abrumadora sensación, como un poso, de soledad, melancolía, tristeza, tal vez rabia, acaso nostalgia embarga y encoge el ánimo ante el final.
Uno se queda con la expectativa de leer en el futuro nuevos análisis/síntesis que sean cauce de la misma lucidez y el mismo sentimiento. Madera hay, sin la menor duda"
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