19 febrero 2005

... malditos chinos, ellos de fiesta y yo sin cartuchos...

China festeja su año nuevo impulsada al consumo

Hoy comienza una de las tres semanas de oro impuestas por el gobierno para incrementar las ventas


SHANGAI.- Las vacaciones del Nuevo Año chino, iniciadas hoy, son una de las tres "semanas de oro" impuestas cada año por el gobierno para estimular el consumo, pero su valor para la economía del gigante asiático arroja luces y sombras. Algunas agencias de viajes consiguen un 30% de sus ingresos anuales durante estos tres períodos que caen a fines de enero o principios de febrero para la Fiesta de la Primavera, del 1 al 7 de mayo para la Fiesta del trabajo y del 1 al 7 de octubre para la Fiesta Nacional china. El gigante francés de la distribución Carrefour, que abrió 57 hipermercados en China, realiza un 20% de su volumen de negocios en los 60 días que rodean al Nuevo Año chino, ligeramente por encima del promedio, según Zhang Lixia, portavoz del grupo en Shanghai. Aunque este período estimula a algunos sectores de la economía, el sistema también satura los transportes del país y causa un notable freno en la actividad económica durante tres semanas por año. Las "semanas de oro", instauradas desde el 1° de mayo de 2000, generan un éxodo vacacional, al menos entre los chinos que tienen los medios para ello. "El consumo de masa que se genera causa graves tensiones entre la oferta y la demanda, en especial en los destinos turísticos, los servicios y los transportes", constata Zhang Guangrui, director del Centro de investigaciones sobre el turismo, de la Academia de Ciencias Sociales. Según la Asociación de consumidores chinos, la cantidad de querellas por precios abusivos o por malos servicios aumentaron el año pasado un 25% durante las semanas del 1° de mayo y 1° de octubre. El gobierno, más sensible ahora que antes a la degradación del patrimonio cultural y natural generado por el turismo en masa, prevé distribuir mejor el tiempo libre de los ciudadanos de las urbes, que representan 40% de los 1300 millones de habitantes del país. Según un informe de la Comisión para el desarrollo y reforma del año 2005, las "semanas de oro" del 1° de mayo y del 1° de octubre podrían ser suprimidas y reemplazadas por fines de semana de cuatro días, instaurados al fin de cada mes. Para ello, los chinos tendrían que renunciar a un día de fin de semana durante las tres primeras semanas de cada mes. Hoy, para obtener las "semanas de oro", los chinos deben trabajar el fin de semana precedente y el siguiente, para luego poder "hacer puente" durante siete días. La reforma permitiría sin duda escalonar los desplazamientos de la población, que se concentran ahora a principios de mayo y octubre. Pero la gran migración del Año Nuevo chino, tradicionalmente vinculada a reuniones de familia, se mantendrá seguramente. Ante la llegada del nuevo Año del Gallo, el gobierno considera que el número de viajeros será de unos 200 millones de personas, cerca de la mitad de la población de Europa. Un antiguo festejo El Año Nuevo es uno de los festejos más antiguos de la tradición china, por lo que millones de personas se engalanan y tocan los tambores, porque según la tradición, comienza la Primavera y con ella, todo lo bueno. La celebración se inició con el espectáculo "Kai Men Hon", que significa "abrir la puerta a la alegría", de la escuela de danza de Sichuan, como símbolo de buena suerte para el nuevo año del gallo.
Fuente: AFP

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