25 mayo 2005

El hombre los tiene por obligación, la mujer por diversión

La última teoría de los científicos para explicar la evolución de los dos sexos concluye que si el hombre tiene orgasmos por obligación, el goce de la mujer es sólo por diversión.Los científicos están de acuerdo en que el orgasmo masculino tiene una clara razón de ser desde el punto de vista de la propagación de las especies: garantiza la emisión de esperma y, con ella, posibilita la fecundación del óvulo femenino.Dicho de otra manera, si quiere perpetuar sus genes al hombre no le queda más remedio que experimentar un orgasmo.Los expertos, no obstante, no habían logrado ponerse de acuerdo, en cuatro décadas de investigación, en cuál es la finalidad del orgasmo femenino.Algunos científicos opinaban que, al proporcionar goce, el orgasmo alentaba el acto sexual y, por tanto, las posibilidades de reproducción. Otros afirmaban que las contracciones uterinas aumentaban la retención de esperma.Ahora la doctora Elisabeth Lloyd, catedrática de Biología y especialista en Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Indiana, pasa revista a una veintena de teorías y propone otra alternativa.Según afirma Lloyd en su libro 'The Case of the Female Orgasm: Bias in the Science of Evolution' ('El Caso del Orgasmo Femenino: Prejuicios en la Ciencia de la Evolución'), el goce de la mujer no tiene ninguna función evolutiva. Su único fin, por tanto, es 'proporcionarle disfrute'.Esa teoría, que ya fue propuesta en 1979 por el antropólogo Donald Syms, sostiene que el orgasmo femenino es simplemente un vestigio del desarrollo embrionario -idéntico en las primeras semanas de desarrollo de un feto-, similar a la presencia de pezones en un hombre.La catedrática alega, entre otras razones para demostrar su hipótesis, que las mujeres no siempre disfrutan de un orgasmo durante el acto sexual y, sin embargo, pueden quedar embarazadas.Lloyd analizó 32 estudios diferentes, elaborados a lo largo de 74 años, acerca de la frecuencia del orgasmo femenino en el coito.Los estudios dejan claro que la aparición del orgasmo disminuye drásticamente cuando no existe estimulación del clítoris. Y de un 5 a 10 por ciento de las mujeres no disfrutan de un orgasmo, sin embargo muchas de ellas quedan embarazadas.El clítoris, alega la experta, sí es una adaptación evolutiva, seleccionada para crear excitación y fomentar el acto sexual, pero el orgasmo, 'que carece de un vínculo con la fertilidad o la reproducción, no puede ser una adaptación'.La teoría de Lloyd ha sido acogida con división de opiniones en el mundo académico estadounidense.Así, el doctor John Alcock, de la Universidad Estatal de Arizona, rebate que el hecho de que el orgasmo no ocurra en cada coito no se deba a una adaptación de la especie, y apunta que el goce puede ser una manera de evaluar la calidad del varón, por eso 'no cabe esperar que la mujer disfrute cada vez'.Y la catedrática de Antropología en la Universidad de California Sarah Blaffer Hrdy, que propone que en los simios el orgasmo femenino protege la descendencia -el padre no está seguro de si las crías son suyas, y por tanto no las ataca-, expone otra alternativa, más preocupante para las mujeres.Una posibilidad, según declaró Hrdy al periódico 'The New York Times', es que el orgasmo femenino haya sido una adaptación evolutiva en los antropoides.Pero, recuerda Hrdy, el ser humano se convirtió en una especie diferente hace cerca de siete millones de años.Ello quiere decir que, quizá, el orgasmo femenino ha perdido su función y se ha convertido en una característica en vías de desaparición. De ahí que sea tan poco predecible.'Quizá la razón por la que el orgasmo es tan irregular es que está desapareciendo. Es posible que nuestras descendientes en naves espaciales se pregunten porqué se montaba tanto alboroto', explicó Hrdy.

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